Mesetas
Meseta, altiplanicie o altiplano, constituyen formas de relieve más o menos planas, situadas sobre los 200 metros.
Representan una transición entre la llanura y la montaña; de la llanura toman su extensión y uniformidad, y de la montaña, su altura y lo accidentado de su forma.
En la República Argentina, la Puna tiene una altura media de 3.800 metros.
Cuando las mesetas se hallan rodeadas de montañas, los vientos húmedos no pueden penetrar hacia el interior, lo cual determina una pronunciada aridez que influye decididamente en la distribución vegetal, animal y humana.
Meseta Patagónica. Ocupa el sur del territorio, al este de la cordillera de los Andes y abarca gran parte de las provincias de Río Negro, Chubut y Santa Cruz.
Las mesetas bajan en forma escalonada desde el pie de la cordillera hasta el océano Atlántico. También hay en esta área zonas de sierras bajas y sectores un poco más llanos. El clima es frío y árido y los vientos las recorren con mucha fuerza barriendo las capas fértiles y generando una estepa de arbustos bajos.
La mayoría de los ríos que recorre esta región se nutren del deshielo de la cordillera y forman oasis en donde por lo general se asienta la población.
Meseta Misionera. Se encuentra en la provincia de Misiones. Esta meseta presenta un relieve abovedado suavemente ondulado y su pendiente es hacia los ríos Paraná y Uruguay.
Se desarrolla en un ambiente de clima cálido y húmedo. Sus suelos son rojos, ya que se originaron por la oxidación de rocas volcánicas, y contienen un alto porcentaje de hierro. Esto hace que los mismos sean fácilmente erosionables por las abundantes lluvias en la región y se suma las talas indiscriminadas.
