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Montañas

Es la forma de relieve más destacada y llamativa. Su aspecto, altura, origen, disposición, varían en forma considerable.

Sin embargo, podemos definirla de la siguiente manera:

Montaña es la forma de relieve que se caracteriza por la elevación del terreno, de forma sensiblemente puntiaguda y con altura variable, pero siempre superior a los 600 metros.

Las montañas generalmente se parecen a gigantescos conos, pero no pocas veces les falta la parte cuspidal. Entonces se presentan redondeadas.

Algunas adoptan el aspecto de columnas o de agujas.

Unas veces son tan altas que las nubes ocultan sus partes más elevadas. Otras, parecen estar al alcance de la mano y se las escala con relativa facilidad.

El Everest, la montaña más alta del globo, mide 8.848 m; el Aconcagua, en nuestro país, 6.959 m; la montaña Aravalli, en la India, l.721 y la más elevada de Escocia, l.343 m.

A veces, aparecen aisladas en medio de la llanura, pero generalmente se hallan agrupadas formando gigantescas elevaciones.

 

Los valles

Es muy frecuente también que las laderas de dos cordones montañosos, sensiblemente paralelos, degraden suavemente y se encuentren en una especie de hondonada. Ese espacio, entre dos montañas, recibe el nombre de valle.

Pueden ser: valles longitudinales, si corren entre cadenas montañosas paralelas, yvalles transversales, si cortan perpendicularmente los cordones montañosos.

 

Cordilleras o sierras.

Se llama precisamente cordillera o cadena, a una larga extensión de montañas que se presentan unidas entre sí, de considerable altura y que siguen una misma dirección (Andes, Himalaya, Alpes).

A veces, tanto la altura como la extensión de las cordilleras no son considerables. Entonces, en lugar de cordillera o cadena, reciben el nombre de sierra (Tandil, Córdoba).

Cuando la altura no sobrepasa los 600 metros, las montañas se llaman cerros,colinas, cuchillas, etc.

Pero montañas, sierras, colinas, cuchillas, ofrecen los mismos elementos:

- El pie, base o falda.

- La ladera, pendiente o flanco.

- La cumbre y, en ella, la cima.

El conjunto de montañas, cordilleras o sierras, que obedecen a una determinada orientación y a un mismo origen, constituye un sistema orográfico (sistema de los Andes, Tandilia, macizo Central francés, Guayania).

 

En nuestro país, en el oeste,  se localiza el relieve montañoso, integrado por la cordillera de los Andes, la precordillera de La Rioja, San Juan y Mendoza, las sierras Subandinas y las sierras Pampeanas.

La cordillera de los Andes se extiende con dirección norte-sur desde la provincia de Jujuy hasta la de Tierra del Fuego, y presenta tres sectores con características diferenciadas.

En la provincia de Buenos Aires se encuentran las sierras de la Ventana y de Tandil.

 

 

Montañas jóvenes y antiguas

Existen montañas jóvenes y montañas antiguas o viejas.

Las jóvenes tienen formas escarpadas y sus alturas considerables. Ello se debe a que, desde su formación, no han sufrido aún gran desgaste.

Las montañas antiguas, en cambio, tienen cimas redondeadas y menos altura que las anteriores, lo que se debe, precisamente, al desgaste provocado con el correr del tiempo, por las lluvias, el viento, los hielos, etc.

Las montañas ya han sido dominadas por completo. La mano del hombre cubre sus laderas con cultivos, represa el agua de sus ríos, extrae minerales, construye caminos, vías férreas, túneles y levanta observatorios para estudiar desde allí el firmamento. 

Importancia de las montañas

La importancia de las montañas es evidente porque:

  •  Suministran un material fino y suelto (mantillo), que es necesario para el crecimiento de los vegetales.

  • Determinan el nacimiento de los ríos, los cuales, al deslizarse a lo largo de una u otra ladera de la montaña, establecen la línea divisoria de aguas.

  • Se interponen como vallas en el camino que siguen las corrientes aéreas (vientos). Detienen las nubes y provocan lluvias y, con ellas, fertilidad sobre una ladera o aridez, sobre la otra que no recibe humedad.

  • El relieve accidentado que ofrecen, origina dificultades para establecer las vías de comunicaciones. Tampoco favorecen la agricultura ni el arraigo del hombre (por su aridez, aire enrarecido, bajas temperaturas, falta de transportes).

  • Esas dificultades provocan el aislamiento cultural y económico de la población. Las montañas no facilitan la unión nacional; en cambio, constituyen uno de los mejores límites naturales para separar las naciones.

  • Dan a la región una característica propia, haciendo que sus habitantes desarrollen un género de vida y una modalidad distintas: los pueblos montañeses fueron siempre rebeldes y osados, amantes de su tierra y orgullosos defensores de sus costumbres y tradiciones.

  • Ofrecen al hombre riquezas minerales (hierro, cobre, cinc, estaño, plomo), granito, mármol y maderas que se extraen de los bosques, etc.

  • El aumento explosivo de la población mundial ha tornado a las montañas menos pasivas: el hombre las habita cada vez más y explota con mayor intensidad los pastos, los cultivos, los saltos de agua, etc.

  • Favorecen el turismo, por las bellezas que ofrecen.

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