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Pequeña América

CUANDO miro la forma
de América en el mapa,
amor, a ti te veo:
las alturas del cobre en tu cabeza,
tus pechos, trigo y nieve,
tu cintura delgada,
veloces ríos que palpitan, dulces
colinas y praderas
y en el frío del sur tus pies terminan
su geografía de oro duplicado.

Amor, cuando te toco
no sólo han recorrido
mis manos tu delicia,
sino ramas y tierra, frutas y agua,
la primavera que amo,
la luna del desierto, el pecho
de la paloma salvaje,
la suavidad de las piedras gastadas
por las aguas del mar o de los ríos
y la espesura roja
del matorral en donde
la sed y el hambre acechan.
Y así mi patria extensa me recibe,
pequeña América, en tu cuerpo.

Aún más, cuando te veo recostada
veo en tu piel, en tu color de avena,
la nacionalidad de mi cariño.
Porque desde tus hombros
el cortador de caña
de Cuba abrasadora
me mira, lleno de sudor oscuro,
y desde tu garganta
pescadores que tiemblan
en las húmedas casas de la orilla
me cantan su secreto.
Y así a lo largo de tu cuerpo,
pequeña América adorada,
las tierras y los pueblos
interrumpen mis besos
y tu belleza entonces
no sólo enciende el fuego
que arde sin consumirse entre nosotros,
sino que con tu amor me está llamando
y a través de tu vida
me está dando la vida que me falta
y al sabor de tu amor se agrega el barro,
el beso de la tierra que me aguarda.


Pequeña América - Poemas de Pablo Neruda 

Canción con todos

 

(Armando Tejada Gómez - César Isella)

Salgo a caminar
por la cintura cósmica del sur.
Piso en la región
más vegetal del viento y de la luz.
Siento al caminar
toda la piel de América en mi piel
y anda en mi sangre un río
que libera en mi voz su caudal.

Sol de Alto Perú,
rostro Bolivia, estaño y soledad,
un verde Brasil,
besa mi Chile cobre y mineral.
Subo desde el sur
hacia la entraña América y total,
pura raíz de un grito
destinado a crecer y estallar.

Todas las voces, todas,
todas las manos, todas,
toda la sangre puede
ser canción en el viento.
Canta conmigo, canta,
hermano americano.
Libera tu esperanza
con un grito en la voz.

AMÉRICA LATINA

Eres la madre de grandes

Neruda, Paz, Martí y Sabines

inspiración de historias sorprendentes

García Márquez entre los presentes

 

Aportas tanto al mundo cultural

con tu coraje

ya sea, poesía, cuento o mural

das tu mensaje

 

Mensaje, de ganas de igualdad

pues entre hombres y mujeres

hay poca equidad

 

No quiero ser un hombre fino

sólo quiero ser valiente

como todo latino.

 

                                                                      Iván A. Rivera.


 

A LA AMÉRICA LATINA

Por Dr. Litt. Héctor José Corredor Cuervo

Paraíso de luz, de sol e ilusiones
entronizado en la tierra americana,
donde se puede charlar entre naciones
con la dulzura de nuestra lengua hispana.

Edén de selvas, de pampas, de montañas,
donde florece cual rosa la riqueza,
donde se siente alegría en las mañanas
y en las tardes la penumbra de tristeza.

Comarca de cumbias, de tangos, de sones,
de joropos, de salsas y de rancheras
que nacieron en los campos con blasones
con el ritmo tropical de las palmeras.

En sus nevados cual copos de algodón,
que sobresalen en las cumbres andinas,
se ven lampos de la luz de la razón
de honroso pueblo con almas diamantinas.

En sus ríos, que corren hasta los mares,
llevan el agua dulce de limpios cielos
la cual brota de pequeños manantiales
y en claros hilos después de los deshielos.

En las llanuras se ven volar las aves
como un enjambre de múltiples colores
las que enardecen a todos los mortales
a trabajar por la paz sin más rencores.

En su seno se conserva la esperanza
de libertad y de unión entre latinos
para vivir en placer sin amenaza,
sin temor al criminal en los caminos.

¡Unión, unión, unión! hoy es el grito
en la llanura, en los valles y en la sierra
el cual colma espacios con eco finito
para apagar el incendio de la guerra.

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